México tiene que asegurar que cadenas alimentarias se mantengan activas y que los alimentos lleguen a todos los rincones del país durante y después de la pandemia del Covid-19, por lo que se debe dotar de certidumbre en el comercio internacional, coincidieron especialistas en agroindustria y autoridades federales.
Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, instó a los empresarios, legisladores y especialistas en la cadena agroalimentaria a evitar la imposición de restricciones a la importación o a la exportación de bienes y servicios.
“El comercio internacional debe mantenerse abierto durante esta pandemia y a futuro, sobre todo considerando que no hay evidencias sobre la transmisión del Covid 19 mediante alimentos intercambiados”, mencionó la funcionaria.
Durante la mesa tres “Atención inmediata a la crisis: cadena agropecuaria y alimentación”, organizada por el CCE, Lina Pohl, representante de la FAO en México, destacó que las medidas del gobierno mexicano “son adecuadas al no cerrar mercados ni puertos para mantener cadenas alimentarias”. No obstante, recomendó al presidente de México, Andrés Manuel López obrador, apoyar a las empresas con financiamientos y no aplicar nuevos impuestos.
Al respecto, Carlos Muñiz, presidente de la AMSDA, dijo que la disminución del presupuesto para los estados generará graves problemas en el campo, puesto que las entidades deben trabajar de manera conjunta para solucionar la problemática.
También, se alertó sobre la posible competencia desleal, que podría provenir de los socios comerciales, ya que a los productores del campo en Estados Unidos y Canadá sí les dotaron de programas de apoyos económicos por arriba de los 19,000 millones de dólares, cuando en México están ausentes los estímulos a los productores del campo.
En su oportunidad, Miguel García, subsecretario de Agricultura, anunció que el gobierno está trabajando en una planificación agrícola con todos los estados, para asegurar la salud de los productores y jornaleros.
Fuente: El Economista